En algunos horarios picos, cuando se toma el subte, se puede presenciar un autentico tetris humano, es asombroso ver como doblan la cabeza algunos para ubicarse y poder entrar, quedé sorprendido la cantidad de gente que puede entrar en esos vagones, niños, embarazadas, ancianas, que feo… y siempre están los que tuvieron un mal día… “que me respiras en el cuello”, “no no entramos más, salí de aca” acompañados de empujones… y demás, para variar… el olor que hay suele ser bastante importante…

Si miras la cara de la mayoría, viven con ojeras, durmiendo cuando tienen tiempo en los viajes, con sus dobles trabajos, de acá para allá, uno se acostumbra también ver los chicos pedir monedas o gente durmiendo en la calle… como algo común y cotidiano.

Se desentona bastante cuando subís al colectivo (bondi) y decís “Buen día, de un peso por favor”… el chofer te devuelve una cara como ¿uatafac, me saludo?... dijo por favor?
Reconozco que muchos colectiveros son muuuuy mala onda, pero también como se trata acá gran porción de la gente, se vuelve todo un vicio. Agradezco que tuve suerte de toparme casi constantemente con buena gente.

Hasta ahora eso es el Buenos Aires que estoy conociendo, pero ando bastante positivo :)


(Las fotos no son de Bs As pero suele ser muy parecido, ya voy a sacar con mi cam - todo para decir que tengo cámara)